Hablemos, escritoras. Blog

Una visita a Nueva York y la pasión por la lectura. Segunda parada de "Las cuatro esquinas Tour".

Adriana Pacheco · 06/11/2022

Ir a Nueva York es para muchos de nosotros una aventura inolvidable. Ir con la expectativa de hablar con algunas de las voces de su escena literaria es un sueño. Así fue nuestra visita a la “gran manzana” hace unas semanas dentro del "Tour Hablemos, Escritoras" en donde pudimos aprender un poco de cuatro universos literarios fascinantes: CUNY, FILNYC, NYU, y Word of Books. 

La llegada fue el día del aniversario número 139 del Puente de Brooklyn, fecha que para muchos tal vez pasó desapercibida pero para mí, lectora de José Martí, me hizo recordar que la voz de los hispanohablantes se escucha desde hace muchos siglos en esa gran ciudad. La parada fue en un hotel en el centro mismo de Manhattan a unas calles de la Biblioteca principal de NY, una zona que se camina con la vista hacia arriba ante la fascinación de sus edificios Art Deco como el Chrysler Building o la monumentalidad del Vanderbilt Hall y del Omega Board de la sala principal de Central Station

El bullicio de las calles, el vapor saliendo de las alcantarillas, la gente caminando con prisa anunciaban ya dos días totalmente emocionantes que empezarían con la gran sorpresa de conocer a dos de las fundadoras de la primera Maestría de Escritura Creativa en español en los Estados Unidos con sede en la New York University: Mariela Dreyfus (Perú) y Lila Zemborain (Argentina). Escritoras ellas mismas con una vasta obra y experiencia prometían ser dos entrevistas de lo más interesantes. También ahí conocí, ahora en persona, a mi anfitriona y cómplice, Dejanira Álvarez de CUNY y la FILNYC, a quien abracé como si fuera una amiga de hace mucho tiempo. 

Y aunque con tantos años de conversar con personas atrás de un micrófono, no puedo dejar de admitir que estaba nerviosa. Más nerviosa todavía, cuando el espacio que había reservado en el hotel para la entrevista lo habían cerrado sin previo aviso por medidas COVID y tuvimos que grabar en mi cuarto de hotel. Las tres tomaron el incidente con una total naturalidad y hasta como algo simpático. Y al verlas ahí sentadas en el sofá de mi habitación pensé que esos son los momentos en que la generosidad y sencillez de las personas que tienen una trayectoria importante salen a la luz. 

Agradecí tanto a Mariela que aceptara la invitación a pesar de haber estado muy ocupada preparando una conferencia sobre Trilce que presentaría en la  Universidad del Claustro de Sor Juana y que sin embargo se hubiera tomado el tiempo para grabar un podcast en donde me contó de su carrera y libros y de lo que ha sido para ella ser parte de una comunidad que funda esa gran maestría junto con Sylvia Molloy, Rubén Ríos Ávila y Lila Zemborain. Me queda tarea de leer más de su obra poética y crítica.

Lila —a quién ya quería conocer pues Alicia Kozameh ya me había hablado de ella como una poeta con un obra sensible y profunda— me contó sobre su carrera y sobre lo que fue para ella y los suyos vivir de cerca el ataque a las Torres gemelas. Me alegró verla llegar con dos tomos en sus manos: su libro Matrix Lux. Poesía reunida 1989-2019, un bellísimo volumen que abre con prólogo de Arturo Carrera y con un poema que dice: 

Se abre la herida 
y es una boca 
que quiere hablar. 

El otro, era el número especial TEMPO geometría verbal / antología bilingüe. RALES verbal geometry / bilingual anthology editada por la NYU con motivo de la celebración del 25 Aniversario del King Juan Carlos I of Spain Center de NYU y del 15 aniversario de la Maestría de Escritura Creativa en español. Esta revista con prosa, poesía, arte, fotografía y diseño, es sendo ejemplo de la calidad de ese programa de estudios y de la importancia del centro que la hospeda. 

Una de las delicias de este oficio que he escogido por vida es conocer las muchas facetas que tienen las mujeres que mueven al mundo y que hacen que las cosas sucedan. Así fue conversar con Dejanira Álvarez, organizadora y parte del equipo de la Feria Internacional del libro de NYC 2022 (FILNYC) y promotora de literatura, arte y deporte. Aprendí de ella otras iniciativas en las que ha estado involucrada y los grandes nombres con los que ha trabajado como el caso de la golfista mexicana más reconocida en el mundo, Lorena Ochoa, entre muchos más. Hoy, Dejanira es uno de los espíritus incansables que hará posible una edición más de una feria que promete, que crece día a día en esa esquina de los Estados Unidos, y que pronto será fundamental para la difusión de la literatura en español en el país en general. 

El día siguiente empezó con un cielo azul y aire fresco y con la expectativa de ir desde Manhattan hasta City College of New York en uno de los recorridos más hermosos que se puede hacer en esta ciudad: manejar a lo largo del East River. Llegamos al Charging Bull, famosa escultura de ese masivo toro de bronce, símbolo de la fuerza del sector financiero neuyorquino. Llegamos al piso 7º. del edificio que  alberga las instalaciones del Latin American Cultural Studies de CUNY en donde su chair Carlos Aguasaco nos hospedaría en un día lleno de actividades. En el recorrido por las instalaciones nos esperaban varias sorpresas: el aula donde Carlos enseña y que ve hacia la gloriosa Estatua de la Libertad , saludando desde lejos a los inmigrantes de esta gran ciudad. La otra sorpresa fue el bellísimo libro de poesía de Carlos, Cardinal in my Window with a Mask on its Beak, ganador del Premio Ambroggio de la Academia de Poetas Americanos, mismo que agradecí enormemente. Lo novedoso del estilo y la profundidad de sus poemas atrapan al lector y te hacen sentirte abrazada por la poesía.

“DOS FLORES    DE CARDO SANTO    EN EL DESIERTO   DE ARIZONA” 
en la distancia        como espejismo       dos flores
crecen a cada paso         de migrantes    que avanzan 
de sur a norte       como el trabajo      de sur a norte 
como los sueños       de sur a norte      domo el dolor 

La tercera sorpresa fue conocer a José Higueras López director de la FILNYC y del Centro de Estudios Mexicanos (CUNY MSI) hospedado en el Lehman College. Ya había escuchado mucho de él y sabía que ha sido una fuerza incansable atrás de esta institución. Sin embargo, no sabía de las otras actividades que hace como protector de estudiantes y negociador de tantos acuerdos que tiene el Centro firmados con universidades de gran prestigio en México para promover la movilidad, así como para el desarrollo de los Digital Archives que tienen para el beneficio de investigadores y docentes. 

Y llegó el turno de entrevistar a la escritora colombiana Fátima Vélez. Y si se dice que hay personas que te cautivan con una sonrisa, Fátima lo hizo conmigo desde el primer momento de verla. Esta desafiante e inquietante escritora, con una obra rompedora de barreras y prejuicios, me recordó que la escritura se trata también de una transgresión del lenguaje, de los sentidos, de la espacialidad y la materia. Ya escucharán qué interesante conversación. Fátima llevó para obsequiarnos su libro Galápagos (Laguna libros, 2021), que dice en la dedicatoria “Para Adriana y Fernando” y que abre: 

Algo minúsculo como la caída de una uña: un día una cortada donde empieza la uña del dedo meñique, el dedo se infecta, de llena de pus, presiono, pulgar derecho sobre meñique izquierdo; sale una punta blanca, más fuete, mancha el puño de mi camisa, con ganas crese, se hace mucho, se hace fuerte y uno mira la uña e intenta limpiarla y se da cuenta de que está floja, como un diente a los siete años, así.    

Pero Manhattan y el Financial District no es todo Nueva York. Lo son también los barrios que lo integran como Washington Heights, uno de los centros latinos más importantes de la ciudad y destino de nuestra siguiente parada. Ahí encontraríamos un lugar absolutamente fascinante: Word Up Community Bookshop/Librería Comunitaria, dirigido por Verónica Liu y Daniella Giltin, un increíble esfuerzo de supervivencia para hacer visible la literatura en inglés y español y crear comunidad. Verónica y Daniella nos contaron sobre este enorme trabajo y lo que han tenido que hacer para convertirse en un centro de lectura operado por trabajo voluntario. 

En ese espacio acogedor que siempre crean los libros cuando cubren de techo a suelo las paredes, se dan cita cientos de usuarios y lectores. Hoy seríamos nosotros sus huéspedes para tener una conversación con vendedores de libros, promotores y editores de revistas. Ahí estaba el muy querido Ulises Gonzales , profesor de CUNY y editor de Los bárbaros y de la editorial Chatos inhumanos y quien ha sido un apoyo enorme para Hablemos, escritoras y uno de los que hizo posible muchas de estas entrevistas y reuniones en este viaje. Con él estaba la querida Rosalía Reyes, otro motor enorme en la comunidad literaria y quien fuera la organizadora de la primera edición de la FILNYC en 2019. Ulises llevaba los últimos números de Los Bárbaros, portadas que pronto pondremos en su perfil. Rosalía, llevaba esa fuerza que la ha movido a ser una de las promotoras de literatura y cultura en español más importantes en Nueva York. 

Las sillas dispuestas en círculo en torno a un mar de libros que llevamos en nuestra querida maleta negra desde distintos lugares de los Estados Unidos y países de Latinoamérica, el Caribe y España, fueron la pieza central de una conversación sin jerarquía, sino compartiendo en igualdad las experiencias vividas en esta ardua tarea de promover la lectura. 

Conocí ahí a Carolina Sánchez, escritora e investigadora colombiana egresada de la Nacional de Colombia, de quien ayer recibí su libro Viaje / Voyage traducido al inglés por el poeta Ariel Francisco, un interesante ejercicio escriturario que me encantó.


Deseo:
primer movimiento,
viento que anima
el cambio de un fotograma al siguiente, 

hijo que cose el cuerpo a los días.

Gran sorpresa tener en la reunión a Kate Brennan de la American Booksellers Association y la visión de alguien que puede ver todo desde una perspectiva más general, pero que a la vez está muy cerca de cada uno de los promotores del libro. 

Al lado de ella en el círculo estaba sentada Eunice Rodríguez Ferguson, a quien me emocionó y conmovió mucho conocer pues dijo ser seguidora de Hablemos, escritoras y escuchar nuestras conversaciones. Eunice tienen un perfil muy interesante y es un magnífico ejemplo de lo que es hacer una carrera en la edición trabajando con casas como Harcourt Brace, Santillana, Hispanic Review, Revista Hispánica Moderna y The Metropolitan Opera House. Es también una de las editoras de Sundial House: Latin American and Iberian Literature in Translation. Desde su sede en la Casa Hispánica de Columbia University ha abierto una puerta enorme para promover la literatura en esa ciudad.
 
Qué increíble es el esfuerzo de abrir librerías como lo que están haciendo Isabel Domínguez, fundadora de Smol Books, editorial independiente en Brooklyn y con un doctorado en Culturas Latina, Ibérica y Latinoaméricana por el Graduate Center, City University of New York. Así también lo están haciendo Kristie Reynoso-Miranda, quien abrirá en Riverdale, Miranda Writes Books and Bar y Johanna Burgos quien tiene también en Brooklyn Café con libros. No dejen de ir a visitarlas si viven en NY. También estuvo Amado Marte Taveras lector, estudiante y escritor, autor de Ideas de un urbano, y Andrea Arroyo, artista visual. 

Algo que aprendí en este viaje es que no puedes confiar en el tráfico de Nueva York. Después de salir de Word of Books, totalmente emocionada por nuestras conversaciones, nos dimos cuenta que llegaríamos tarde al siguiente evento, pero gracias la magia del internet —y tengo que decir que también del COVID—  ahora somos expertos en usar ZOOM. La plática con el siguiente panel empezó en el taxi en donde Eunice, Dejanira, Fernando y yo íbamos. 

Ya estaban listas, también por ZOOM la magnífica traductora Esther Allen y la escritora mexicana-americana Mayte López, quien de viaje y con COVID remotamente nos acompañaban. Muero ya de ganas de entrevistarlas junto con otras dos integrantes del panel las escritoras argentinas Mariana Graciano y Marta Ana Diz quienes con Sara Cordón (España) a quien considero una gran amiga, ya estaban en el edificio de CUNY. Cuando al fin llegamos, me emocionó mucho verlas y seguir una conversación que en verdad anhelaba. Sara me llevaba su Para español pulse 2, libro que me encanta por su mordacidad y visión de vivir en la diáspora.

De camino a la cocina, la abuela se va topando con algunos de los bolígrafos viejos que están desperdigados por la casa. Uno en la mesa de la sala de estar, otro en el taquillón de la entrada. Para quitarlos de en medio, los mete en la cesta de los hilos.

Mariana tenía para mí su Pasajes publicado por Chatos inhumanos, un diario lleno de nostalgias, de incertidumbres, ansiedades, de días largos y que conmueve y mueve

Me desperté extrañando mucho Buenos Aires. Pensé que hoy, en lugar de comprar mi ticket para el metro que me lleva de casa al trabajo, debería comprar un pasaje de ida y vuelta a Argentina.

De Ana, quien es miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, recibí después varios libros suyos y me quedé totalmente sorprendida de su producción y trayectoria. Y de su libro Cuando no sé tu nombre ni tú el mío recojo:

No te distingo bien

¿De dónde vienes tú,
corriendo a trancos largos por la tierra invisible
o a punto de caerte?

No pasará mucho tiempo antes de que las tengamos en el proyecto. 

Fue totalmente imposible para todos nosotros no hablar de la matanza un día antes en Robb Elementary en Uvalde Texas, vergüenza y tristeza para nosotros texanos y para la raza humana en general. Fue Mayte López quien supo poner muy bien el dedo en la llaga de lo que realmente queremos muchos de nosotros en los Estados Unidos y dijo “Que controlen más las armas y menos nuestros cuerpos”.

El viaje cerró con un regalo enorme que nos tenía Dejanira. En la reunión de cierre al calor de un buen vino y una deliciosa comida, nos acompañó una persona a la que yo admiro mucho, Nubia Macías, directora por más de 10 años de la feria del libro en español más importante —diría yo— del mundo, la FIL Guadalajara. Ya se imaginarán lo grandioso de la conversación con ella, las anécdotas y experiencias que vivió durante tantos años al frente de esa gran institución. Me fui a la cama con una sonrisa en el rostro después de escucharla. 
 
Hay muchas palabras que se quedan cortas para demostrar el agradecimiento y el cariño, "gracias" es una de ellas. Decirles gracias a todas estas personas en esta segunda parada del “Tour Las cuatro esquinas” no muestra el enorme agradecimiento que siento por todos los que aceptaron recibirnos y enseñarnos, pero a falta de otra dejo esta: "gracias, mil gracias".

Fernando y yo con nuestras playeras negras que llevan estampados los rostros de admiradas escritoras, tomamos el camino de vuelta hacia Texas, emocionados de seguir leyendo y conversando con tantos amigos. Gracias por su generosidad.  

Buen provecho.