Los textos de Ana Emilia Felker conducen por un singular viaje del paisaje exterior al interior. Aunque la autora se propone apoderarse de la calle, como advierte en el prólogo, en realidad desciende a las profundidades de sí misma. Una fotografía del Subcomandante Marcos pegada en un muro de la infancia revela la historia de una niña con precoz conciendia política; un recuento de múltiples mudanzas narra su necesaria transformación en una adulta desapegada que, sin embargo, lleva consigo una compleja maleta donde caben Nietzsche, Freud, ...