Hablemos, escritoras.

Exilium

María Negroni · Vaso Roto · 2016 · 64 pp

Poesía

¿Dónde si no en el exilio habla la palabra poética? ¿Dónde si no en la pérdida se eleva lo que nombra la ausencia, la distancia, la interminable lejanía? Y allí donde esa palabra dice lo que añora comienza su sueño despierto: quiere restituir con imágenes oscuras lo que se sustrajo. Juega otra vez y sabe que ese exilio comenzó cuando la infancia se abandona. La infancia como territorio donde lo imaginario se consagra, pero retorna como pérdida o repetición monstruosa, como orfandad o duelo. 

Porque el infante es el que todavía no ha hablado y en consecuencia vive en su paraíso mudo y sin tiempo. Pero basta que la palabra sea aprendida para que el exilio comience su derroteo. Entonces vive su gran paradoja: para recuperar el paraíso solo cuenta con la palabra que fue, justamente, aquello que lo distanció para siempre del seno originario: "a este desapego/ lo llamamos infancia", escribe Marina Negroni. Como una épica diminuta y desangrada, la poeta, testigo lúcido y ávido, construye con detalle el temblor de esa paradoja. En el poema, escribe Negroni: todavía es posible/amueblar/ una infancia// eso/ que el lenguaje entierra/ y sigue vivo/ en el escándalo/ del mundo.// Así comienza/ la biografía de las cosas.