Hablemos, escritoras.

Malvas orquídeas del mar

Lila Zemborain · Tse Tse · 2004 · 57 pp

Desde Estados Unidos · Poesía

Si los órganos parecen flores, por qué no pensar en las glándulas del amor como gladiolos, caléndulas, orquídeas, caliolos, campánulas, una flor desconocida que necesita de la sangre humana para nutrirse; crece en la oscuridad más absoluta y una vez que ha alcanzado completo desarrollo se estabiliza para siempre; a veces, cuando cae uno de sus pétalos, el viento lleva su perfume y por un complejo intercambio de fluídos que se realiza en niveles que la glándula no puede comprender, ya sea por azar o por milagro, en la superficie cavernosa en la
que crece, aparece una pequeñísima glándula que llegado el momento propicio se desprenderá del campo de influencia; de esta manera, las glándulas se perpetúan...